La Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) se constituyó el 17 de mayo de 1961, fruto de la obra transformadora de la Revolución; fundada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, al amparo de las leyes revolucionarias y por la voluntad expresa del campesinado cubano.
La ANAP es una organización de masas, reconocida en nuestra Constitución, continuadora de las tradiciones de lucha de nuestro pueblo. Su labor ha estado dirigida a orientar, unir y organizar a cooperativistas, campesinos, familiares y otras personas vinculadas al proceso productivo, que manifiestan su decisión de asociarse a una organización de base.
Representa sus intereses y aspiraciones para contribuir al desarrollo económico, político y social del país sobre la base de los principios de la alianza obrero campesina, el respeto a la voluntariedad, la solidaridad y la defensa de la Patria Socialista.
Son asociados a la ANAP los ciudadanos cubanos, con capacidad jurídica, incorporados a una Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) o Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS), u otras personas vinculadas al proceso productivo dentro de los límites territoriales y áreas aledañas de las cooperativas, que expresen su voluntad de asociarse a una organización de base, acepten los presentes estatutos, reglamentos y la política trazada por la Organización.
El ingreso a la organización es voluntario, a solicitud del interesado o a propuesta de la dirección de la organización de base y siempre con la aprobación de la mayoría de los presentes en Asamblea General.
Pueden ser asociados a la ANAP las siguientes categorías:
La estructura de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) se organiza en tres esferas principales: la Dirección Nacional, que abarca la Presidencia y áreas como Asuntos Jurídicos y Organización; la Esfera de Educación, Trabajo Político e Ideológico y Relaciones Internacionales; y la Esfera Agroalimentaria y el Departamento de Cooperación. Cada una de estas esferas tiene asignadas tareas específicas para el funcionamiento y desarrollo de la organización. Además, las direcciones municipales y provinciales se ajustan a los lineamientos establecidos en los estatutos, mientras que las organizaciones de base siguen una estructura con roles como Presidente, Organizador e Ideológico, y Trabajo Social Comunitario, adaptándose al tamaño y complejidad de cada entidad local.
a). La UJC a los efectos de: trabajar en la atención al universo juvenil campesino;
b). la FMC: la atención a la mujer campesina y especialmente la labor de persuasión y convencimiento para su incorporación a la Organización.
c). la CTC: en el cumplimiento de tareas sociales y económicas que contribuyan al fortalecimiento de la alianza obrero-campesina.
d). los CDR: en el desarrollo de las actividades conjuntas de carácter ideológico, social, cultural, deportivo y recreativo.
e). la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC): en apoyo a la labor patriótica de esta institución, el trabajo con la Historia y la atención a sus miembros que pertenecen a la ANAP.
La ANAP mantiene relaciones de trabajo con los Organismos de la Administración Central del Estado, las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial (OSDE) y otras instituciones científicas y sociales, siendo las siguientes:
a). Ministerio de la Agricultura (MINAG), Grupo Empresarial AZCUBA, las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial (OSDE), Órganos del Poder Popular y demás organismos e instituciones.
b). los ministerios de Educación, Cultura y Salud Pública, así como el INDER.
c). el Ministerio del Interior (MININT)
d). el Ministerio de Justicia, la Fiscalía, los Tribunales, la Unión Nacional de Juristas y la Organización de Bufetes Colectivos.
e). los ministerios de Economía y Planificación, Finanzas y Precios, Trabajo y Seguridad Social, Industria, Medio Ambiente, así como la ONAT, Empresa de Seguros, los bancos, centros científicos, institutos de investigaciones, asociaciones y universidades.
f). las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Las principales directrices de trabajo para la nueva etapa incluyen el impulso en la política de cuadros, el trabajo con jóvenes y reservas; mejorar la vinculación con los asociados, aumentar la cantidad de miembros, centrando en poseedores de tierra, mujeres y jóvenes; incrementar resultados en fincas de autoconsumo y casas de visitas; fomentar el reconocimiento y la estimulación a través de microemulaciones; ampliar espacios para actividades políticas y culturales; fortalecer la divulgación en diversas plataformas; reforzar el trabajo conjunto con la UJC y FMC; incentivar el trabajo comunitario y cumplir medidas para fortalecer la vigilancia campesina y disminuir delitos; promover el cumplimiento de indicadores productivos; fortalecer el desarrollo productivo, económico y social de las cooperativas agrícolas; diversificar la producción y fomentar el autoabastecimiento; gestionar proyectos de cooperación internacional y ampliar relaciones con organizaciones campesinas e indígenas a nivel mundial.